Si bien este fin de semana los atentados
en París han sido reprobados por muchos de los países y de las personas a nivel
mundial, yo también lo estoy, sin embargo no solo el hecho suscitado en París
es lo que repruebo sino todo acto terrorista, de abuso de poder y de violación a
los derechos humanos.
París, no ha sido el blanco de ataques
terroristas como un hecho de violencia aislada en el mundo, en contraparte tenemos
en Brasil a muchos desplazados por el laúd
que terminó con hogares de muchos campesinos, esto no fue noticia mundial, ni
las banderas Brasileñas pululaban en el Facebook, Mark Zuckenberg y Facebook seguramente
no lo ve como una alarma, una ataque a los derechos humanos o una noticia, pues
el laúd fue provocada por una gran empresa minera que sepultó a toda la ciudad
de Mariana en Minas Gerais, así también tenemos en Beirut un atentado
terrorista dejando varios muertos… Para
finalizar el fin de semana, posterior a los ataques a París, este responde bombardeando
a Siria, entonces el lobo rapaz del poder, de la soberbia, de la injusticia, sigue buscando a quien devorar como dice en 1
Pedro 5:8; “ser sobrios, estar despiertos.
Vuestro adversario, el diablo, anda al
acecho como león rugiente, buscando a quien devorar”.
La solución no es orar por París, ni por Beirut, Brasil,
Venezuela, Rusia, etc… sino orar por la paz, trabajar por la paz mundial, estar
con y por el otro, independientemente de su religión, raza, estatus, orientación
sexual, etc. Como ya lo decían mis amigos musulmanes “nosotros no somos terroristas”, haciendo una analogía, el kux kux Klan
no generaliza que los cristianos seamos o racistas, ¿Por qué nosotros
generalizamos el termino musulmán es igual a terrorista?, ¿Desde cuándo
igualamos esta ecuación?, ¿Por qué orar por un país y no por el otro?... será difícil
construir la paz mundial… pero yo no me
doy por vencido.