sábado, 29 de septiembre de 2012

Los blancos, Los papalagis


Todo a un 10 Euros

Los papalagis
 Erich Scheurmann
 Hamburgo 1878, Armsfeld 1957) 
 y publicado en 1920.


Un jefe de la tribu Samoano que explica a sus aldeanos su experiencia durante el viaje que ha realizado en Europa y la vida de los blancos (los papalagis) que está muy lejana a su ser y muy orientada al tener.

Haciendo lectura de sus experiencias descritas me hacía reír no por ser una estupidez lo ahí escrito, sino que de las verdades que a modo de proyección sale una carcajada y es cuando el inconsciente hace de las suyas…

“Porque los Papalagi siempre están asustados de perder su tiempo, no sólo los hombres, sino también las mujeres y hasta los niños pequeños; todos saben exactamente cuántas veces el sol y la luna se han levantado desde el día en que vieron la gran luz por primera vez. Sí; juega un papel tan importante en sus vidas, que lo celebran a intervalos regulares, con flores y fiestas”.
Celebrar un año más de vida pero ¿por qué no celebrar todos los días cada momento, esa gran oportunidad de vida?  A un no lo sé, pero si se que existen seres respirando en este planeta que nacen, se reproducen y ya avanzada su edad aun no saben por qué vivieron y ni saben a donde van, ni que quieren… solo respiran y todo lo que ello añade, trabajo, estudio, comida, calzado, vestido, vista,tacto  etc.… pero eso, eso solo secundario en su vida algo muy parecido a la letra de la canción de Bacilos “Nada especial” que connota la realidad del aquí y el ahora.

 

...Y al final
Me voy convirtiendo en un animal
En un viejo más
De esos que se pierden por la ciudad
Sin sueño ni plan, Abeja en panal
Nada especial, Nada especial...





Y  constantemente es una serie bombardeos de realidades que pueden quedar atónitos y haciendo merma.
Al final de la lectura es tanto lo enriquecido que el consiente trabaja sobre nuestra forma de vida y así poder hacer algunas modificaciones y saber identificar cuáles son realmente las actitudes con sentido común hacia la naturaleza el ser y la vida.

Fragmentos

San Angelo
Sobre el tiempo

Nunca he sido capaz de comprender eso, pero creo que debe ser una enfermedad. Lamentos comunes a la gente blanca son: el tiempo se desvanece como el humo, el tiempo corre y dame sólo un poco más de tiempo.
He dicho que probablemente es alguna clase de enfermedad; porque cuando el hombre blanco siente deseos de hacer algo, cuando por ejemplo su corazón desea ir caminando por el sol, navegar en un bote por el río o hacer el amor a su amiga, usualmente se priva de su propia dicha al ser incapaz de encontrarlo



Sobre el trabajo.

Malhumorado y farfullando soporta un trabajo que no siente ganas de realizar, que no le da ningún placer y al que nadie más que él mismo le obliga. Y cuando, repentinamente, descubre que en verdad tiene tiempo o cuando otros se lo dan -los Papalagi se dan a menudo unos a otros tiempo y ningún regalo es más preciado que ése- entonces descubre que no sabe qué hacer durante ese tiempo en particular, o que está demasiado cansado de su trabajo, sin alegría. Y siempre está determinado a hacer esas cosas mañana, porque hoy no tiene tiempo.


Venezia
Sobre las poseciones.

Cuando alguien dice: «Mi cabeza me pertenece a mí y a nadie más que a mí»,  tiene mucha razón y nadie puede decir nada en contra de esto. En este aspecto el Papalagi y yo compartimos puntos de vista.
Pero cuando él continúa: «La palmera es mía», sólo porque ese árbol crece delante de su cabaña, entonces se comporta como si él mismo hiciera crecer la palmera. Pero esa palmera no pertenece a nadie.

 Con infinito agradecimiento a Andrés Bedoya.

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